Incluir el corazón en la educación.
- infantsnatural
- 15 sept 2015
- 2 Min. de lectura
Nuestro barco navega a veces con vientos suaves y continuos. Otras veces con vientos fríos que azotan nuestra vela. Otras, se tambalea de lado a lado con vientos fuertes casi huracanados.
Queremos compartir con vosotros aquellas fuerzas que nos hacen descubrir y crear nuestro pensamiento.
En este caso, os pedimos que subáis al barco de Infancia natural y zarpemos escuchando las palabras de Carlos González, profesor, divulgador y formador de adultos.
Él nos habla del corazón, el gran olvidado. Nos sugiere incluir el corazón en la educación: hacer de las emociones y los sentimientos los motores de la motivación.
Todas hemos podido comprobar cómo surge el interés por algo cuando estamos motivadas. Y ese algo que nos nace es por qué ha tocado nuestras emociones. Nos ha hecho vibrar. Si has conseguido conectar alguna vez con algo que te haya hecho dar saltitos, habrás podido darte cuenta como lo que te rodea es algo relativo: el tiempo adquiere otro ritmo, parece no existir, el espacio deja de ser la mismo escenario de siempre.
Carlos González nos habla de conceptos que creemos imprescindibles en este nuevo paradigma que tiene como objetivo "educar empoderando". Uno de ellos parte de la física cuántica. El observador modifica lo observado. Por lo tanto hay una continua creación de nuestro presente. Darnos cuenta de que nuestrxs pequeñxs son y seran lxs creadorxs es un paso de gigante en el concepto de educación, tanto en la institución escolar, como en nuestras casas. Darnos cuenta de que todos tenemos una luz y que nadie irradia más que otros y que reconozcamos las partes de sombra.
Esperamos que la travesía sea de vuestro agrado.
Afortunadamente hay viajes que son sin retorno.
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