Ejercicio de atención plena para niños.
- infantsnatural
- 16 nov 2015
- 2 Min. de lectura

Hola!
El pasado jueves, como ya publicamos la anterior semana, hicimos un taller abierto en Mataró. Una de las cosas que compartimos fue el FRASCO DE LA CALMA. Esta herramienta la utilizamos para enseñarle a los niños como puede nuestra mente, algunas veces, estar muy alterada o en calma. Y así ir introduciendo la meditación como un recurso.
Hay momentos en que pensamos o sentimos tantas cosas que nuestra cabeza está muy agitada. De esta marea interna no siempre somos conscientes y mostrarla como un juego ayuda a que los niños lo visualicen y entiendan más fácil.
Se puede hacer a nivel individual o en grupo, como lo hicimos nosotras. Los materiales que se necesitas son:
- Un frasco grande. En la versión individual se utiliza botellas o frascos con tapa.
- Diferentes purpurinas (mejor si son tipo arena)
- Agua
- Algo para revolver (nosotras utilizamos un palo, pero puede ser un cucharón o similar)
Cómo hacerlo:
Nos ponemos todas en una ronda y el frasco con la purpurina en el medio. Preguntamos a los niños cómo ven el frasco y cómo ven el agua.
Nosotras lo usamos como presentación, no necesariamente tiene que ser así, entonces cada niño dice su nombre y como se siente. Para cada sentimiento/sensación coge un poco de purpurina y lo pone dentro del frasco lleno de agua. Por ejemplo: Estoy contenta (purpurina dorada) y un poco nerviosa (purpurina azul). No identificamos el color de la purpurina con ninguna emoción, cada uno coge lo que para él representa eso que esta sintiendo o experimentando.
Una vez que coloca la purpurina revuelven con el palo el frasco y vamos observando que va pasando con el agua a medida que vamos poniendo todas nuestras emociones o pensamientos dentro. Al acabar todos, hacemos las mismas preguntas del comienzo...cómo ven el agua, etc. Turbia, agitada, etc.
Dejamos el frasco quieto y calmado para observamos qué pasa. Está sería una opción.
Cuando los niños son muy pequeñitos tanto tiempo de observación puede ser largo, entonces optamos por dejarlo a un lado, pasar a otra cosa y volver a ello después de un rato.
Cuando lo retomamos la purpurina se queda toda abajo o arriba y el frasco vuelve a estar con el agua limpia. ¿Cómo ven el agua ahora? ¿Ha cambiado algo?
Invitamos a los niños a reflexionar sobre qué nos pasa cuando estamos nerviosos, contentos, tristes, etc. Cómo esta nuestro cuerpo, también se puede compartir qué cosas les ayudan a volver a estar más tranquilos y calmados como el frasco.
Es muy rico todas las cosas que los niños dicen en este experimento, como le llamamos nosotras. Como son capaces de reconocer recursos para llegar a esa calma. Desde hacer yoga, nadar, darse un baño, cantar, un abrazo y así al infinito.
En algunos talleres les damos a los niños el experimento en frasquitos para que se los lleven.
Ahora los invitamos a experimentar con vuestros hijos. Es una oportunidad preciosa para compartir sentimientos y recursos. Y para poner a esta herramienta vuestra creatividad!
Si lo hacen nos encantaría que compartieran con nosotras vuestra experiencia y qué recursos tienen para entrar en ese estado de calma.
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