top of page

Práctica: escáner corporal

  • infantsnatural
  • 5 jul 2016
  • 2 Min. de lectura

A partir de ahora nos leeréis cada quince días, como anunciamos en el último post.


Hoy nos apetecía compartir una práctica que trabajamos tanto con niños, adolescentes y adultos en Infancia Natural. Esta práctica viene del mindfulness y hay varias versiones para hacerla. Os tocará hacer algunas adaptaciones según para quién lo hagáis.


La práctica se llama escáner corporal.


A continuación os indicamos las pautas que podéis seguir.


Comenzad por pedir que adopten una postura cómoda pero atenta. Puede ser sentados con la espalda recta y hombros relajados o también puede ser tumbados con la espalda apoyada en el suelo. Sugerid en este último caso, que lo mantengan los ojos abiertos para no dormirse.


Cuando ya estén colocados, hacen unas cuatro respiraciones profundas y luego respiran normalmente, poniendo atención en el aire frío que entra cuando inhalan y en el que sale más calentito al exhalar. Así están unos minutos.

Damos las pautas, también, de relajar la lengua y la mandíbula, e indicamos que recorreremos todo el cuerpo de la cabeza a los pies. Hay algunas prácticas que se pueden hacer al revés, de pies a cabeza. Evaluad vosotros qué necesitan más.


Ponen atención en la corona de la cabeza percibiendo si hay alguna sensación: vibración, presión, temperatura, etc.

Continúan bajando y notan cómo están los ojos, la nariz, la boca.


A los más pequeños les podéis preguntar cómo notan sus pensamientos, si estos fueran un animal:

Mono: pensamientos que van de un sitio a otro de forma inquieta

Cangrejo: pensando en los que hice ayer, pasado

Gacela: acelerado, pero en una misma dirección todo el tiempo

Jirafa: qué haré mañana o el fin de semana, futuro

Pulpo: atascado en algún pensamiento.

O cualquier otro animal que se les ocurra a ellos, por ejemplo, el animal que nos dijo un niño en uno de nuestros talleres: el oso perezoso.


Continúan bajando al cuello, la garganta, los hombros, el pecho...

Otro momento de atención que se puede hacer es detenernos en el corazón, intentar escuchar sus latidos y poner atención en cómo está: encogido, asustado, sereno, lleno de emociones agradables/desagradables, ausente, adormilado...


Y se continúa bajando, dejando las pausas necesarias para que estén un rato con esa sensación en cada parte que vamos diciendo. En caso de adolescentes, se les puede guiar al comienzo y luego dejar que ellos, a su ritmo, vayan recorriendo cada parte del cuerpo hasta llegar a los pies.


Es importante ir comentando que se trata de poner atención y no de querer cambiar la sensación, simplemente notarla y seguir. Es una práctica que ayuda a poner consciencia en el cuerpo y, por ende, al resto de actividades de su día a día.


Para acabar, ponen atención en el cuerpo por completo, dan unos segundos y hacen un par de respiraciones profundas. Luego, pueden hacer el gatito, que es lo mismo que estirarse, mover las extremidades, bostezar o lo que cada uno necesite para ir volviendo a la sala o sitio donde estamos.


Al acabar, puede ser interesante dar unos minutos para compartir qué sensaciones y emociones han experimentado durante la práctica.


Os invitamos a practicar primero vosotros, los adultos, y así luego compartirlo con vuestros hijos y/o alumnos.


¡Buena semana y buenas vacaciones para aquellos que ya han comenzado!


 
 
 

Comments


Posts Recientes
Archivo
Búsqueda por Tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Google+ Basic Square
  • Facebook Social Icon
bottom of page